Páginas

miércoles, 20 de julio de 2016

Libro de firmas para boda

Hoy os presento una idea nueva, un libro de firmas para una boda. Este caso ha sido uno muy especial porque he podido ir creándolo junto a sus destinatarios. La idea inicial era un libro convencional, forrado en una tela elegante pero nada fuera de lo común.
Pero de esos hay miles y yo quería hacer algo diferente. Les propuse utilizar madera para las tapas, grabar algo realmente suyo con láser y con las hojas interiores en cartulina negra. Proponía que los invitados no se limitasen a firmar sino que dejasen una estampa del feliz día. Una polaroid, fotos instantaneas, pegadas en las cartulinas y un mensaje cargado de buenos deseos para los novios. 

Me puse a ello, compré las maderas y me dijeron la leyenda. Contacté con un sitio de grabado láser y les conté lo que quería. No solo necesitaba grabar la tapa sino que desde los trozos iniciales de madera (contrachapado en este caso) necesitaba que las cortasen a medida para que los bordes quedasen oscurecidos, me hiciesen los agujeros correspondientes a la costura japonesa que había elegido y realizasen el grabado. 

Los libros japoneses llevan la tapa en dos partes para poder hacer el juego al abrir. La leyenda elegida fue la siguiente: "12 años, 13 días". La coloqué más o menos artísticamente y se nos ocurrió que los números podían ir calados y las letras grabadas.

En esta foto podéis ver la máquina a pleno rendimiento. 



Ahora la trasera ya terminada. El láser deja bastante carbonilla pero luego se elimina fácilmente con un compresor o simplemente frotando con un paño.



Una vez limpias, lijadas y pulidas limpié el interior de los agujeros con un cabo de hilo grueso. No quería que al coser con el hilo (rojo) éste se manchase de negro. Para evitar huellas y que la terminación fuese más agradable opté por un barniz incoloro mate que apliqué en varias capas, lijando entre ellas todo menos las letras grabadas. El resultado habla por si solo. Ya va pareciendo un libro. Es increíble la precisión de estas máquinas, fijaos en las líneas tan finas y los agujeros perfectamente distribuidos. 



Como las hojas del libro son de cartulina negra (conqueror verjurado de 300g) elegí para guardas y bisagra una tela regina roja. Se forra con ella una estracilla. Para la trasera basta con forrar por un lado, el que quedará a la vista. Pero la para la tapa hay que tener dos trozos de estracilla coincidentes con los de la madera y unirlos con tela tanto por el interior como por el exterior ya que al pegar esto a la madera deberá verse la tela a través de los números. En la parte que debe doblar no pongo estracilla porque la tela regina es gruesa y esto facilita la apertura del libro. Contado puede parecer complejo así que mejor os muestro como queda. 


Una vez bien pegado, prensado y seco estamos listos para unir todos los elementos. Por supuesto antes hay que hacer los mismos agujeros a las cartulinas interiores y para ello utilizo una dremmel con una broca de 2 mm en este caso. La costura exige que tres de los agujeros, por donde el hilo pasa bastantes veces, sean más gruesos. Se pueden apreciar en la madera y en las cartulinas hice estos con broca de 3mm. 

Y ya está, empezamos a coser por supuesto con hilo rojo a juego con la tela. La costura elegida no es una de las cuatro clásicas japonesas sino una que asemeja a hojas de arce y es un poco más compleja.


Nada que un poco de paciencia y la correspondiente chuleta no puedan solucionar. Aviso que si alguien se va a aventurar a hacer este tipo de costuras, no llevan nudos que quedarían horribles y aunque no lo parezca, se necesitan bastantes metros de hilo así que si calculáis dos metros, poned cuatro y aun así os quedaréis cortos. En esta más o menos empleé unos 8 metros de hilo.

Solo falta mostrar el resultado final. A mi me parece que es sobre todo una idea original. Espero que también os guste. 



A pesar de todo el trabajo que lleva y de lo aparente que quedó, me imaginé este pobre libro solo encima de una mesa el día de las firmas y me pareció que pedía compañía. Cuando empecé el proyecto andaba también haciendo libros plegados así que le propuse a los novios hacer uno con la fecha de la boda a juego con este. 

Dicho y hecho, solo necesitas un patrón, elegir el tipo de letra y por supuesto un libro viejo con suficientes páginas para poder completar tu texto. En este caso, la boda es el sábado 23 así que el texto elegido fue 23-7-16 aunque con una pequeña modificación, los guiones se sustituyen por corazones para separar los números. 

Cuentas páginas, divides por dos, haces el patrón teniendo en cuenta los trozos que necesitarán más de una hoja y... a plegar. 


Ya tenemos el 23 y el inicio de un corazón. Al principio es un poco lioso pero con un poco de concentración y método, es coser y cantar y aviso que relaja mucho. 



Tened en cuenta que al plegar las hojas, el grosor del libro va aumentando y hace que luego no se pueda cerrar. A veces incluso se desprenden las tapas. Y es muy importante elegir un libro con una buena encuadernación, que vaya cosido. Si lo que tenéis es una encuadernación americana que son hojas sueltas encoladas, lo más normal es que se rompa y no os sirva de nada. 

Ahora solo falta decorarlo para que entone con el libro de firmas. Separé las tapas y las forré con la misma tela que utilicé en el otro y le puse guardas de la misma cartulina negra. Al principio pensamos en dejar una hoja del libro a cada lado pero viendo el efecto de la cartulina, quitamos todas las que no iban plegadas. De esta forma tiene mucho más impacto visual el plegado. 



Como véis, simplemente el aumento de grosor que os decía antes hace que el libro se mantenga abierto y se puede poner en pie sin ningún tipo de sujeción adicional.

Solo me resta desearle a los novios que pasen un estupendo día y que tengan un futuro lleno de felicidad. 

Gracias por leer. 

viernes, 15 de abril de 2016

Minicuadernos para notas

A todos nos ocurre que en un momento dado tenemos que apuntar un teléfono, una dirección o cualquier otra cosa. 
Por supuesto, llevar un cuaderno de dimensiones normales para estos menesteres no es práctico, así que me he hecho unas libretas en tamaño A6 con pocas páginas que pueden perfectamente llevarse en un bolsillo, en el bolso de las señoras, e incluso en la funda del tablet. 
Aparte de cómodo es muy sencillo de hacer. Comencé reciclando incluso el cartón de las tapas a partir de viejas carpetas de asuntos colgantes de las que ya prácticamente ni utilizamos. En los primeros prototipos incluí un cuadro para poner el título o el asunto al que iría dedicado cada cuaderno y le imprimí también un logo de la "marca". 
Dedicándome a encuadernar no podía poner una grapa para unir las hojas así que, como podéis ver, van cosidas. En este caso con cordel rústico para no desentonar. 



Comencé haciendo una, luego tres, luego redondeando los bordes, cambiando los logos y lo impreso en las portadas, y ahora las tengo hasta en distintos colores, cosidas con hilos también de color, etc. 






En definitiva, unos cuadernitos divertidos de hacer, fáciles de llevar y que acabas utilizando para todo y que para mi se han convertido en un vicio, tanto a la hora de hacer nuevos modelos divertidos como para llenarlos a una velocidad supersónica. 


miércoles, 13 de abril de 2016

Las jirafas

Hace un tiempo os mostré lo que hicimos en un curso de estampación en tela. De todas las pruebas, las jirafas fueron las que mejor quedaron. Como ya comenté, se hicieron tres siluetas en goma eva. Primero estampé en blanco sobre tela negra.


Y luego, con las mismas figuras, en la misma orientación o girándolas, también en granate. 


Pues bien, ya le he dado uso a esa tela. En este caso he hecho una encuadernación en bradel. Esta encuadernación se caracteriza por llevar las tapas de un material o color y el lomo de otro. Se pueden hacer cosas muy chulas y otro día os enseñaré uno que he hecho en piel y ha quedado muy bien. 

Pero volvamos al que nos ocupa hoy. Evidentemente la portada son las jirafas y la contratapa va hecha con la misma tela. Para el lomo elegí una tela burdeos que se parece mucho a las figuras para que no desentonase. Y aquí esta el resultado. 


El lomo es cuadrado y he intentado dejar el mismo ancho de la lomera entre esta y el cartón de la tapa para equilibrar visualmente. El formato del cuaderno es prácticamente cuadrado para ajustar el motivo. En la siguiente vista se aprecia bien el efecto de los dos colores. 


Las guardas también las busqué en el mismo tono y al final conseguí encontrar las que me gustaron en la antigua tienda "clan" que ahora se ha trasladado y tiene nuevo nombre. 


Y para terminar una foto del libro abierto. Este tipo de encuadernación da muchas posibilidades y, además de sencilla cuando se trabaja tela o papel, queda muy muy lucida.